Vincent van Gogh llegó a Arlés (Francia) en febrero de 1888. Allí pintó varios cuadros de melocotoneros en flor. En la primavera los campos comenzaron a florecer presentando paisajes de gran belleza, y por el parecido el artista sentía estar en Japón. El cuadro el Huerto blanco está representado de tal forma, que el observador tiene la sensación de estar dentro de la pintura.

Este poema procede del libro Versos para Van Gogh (Editorial Sial Pigmalión) y está recitado por Alejandra Moyano.