Van Gogh llegó a Auvers el 20 de mayo y hasta el 29 de julio de 1890 en que murió, pintó los alrededores del pueblo, sus calles y sus casas. La causaron gran impresión sus campos, los grandes trigales, sus granjas y sobre todo la ruralidad que tenía a su alcance. Su estado de ánimo parecía estar más tranquilo, sin embargo, allí se suicidó.
El poema está recitado por Alejandra Moyano y pertenece al libro Versos para Van Gogh (Editorial Sial Pigmalión).